El Granero del Mundo

sábado, 4 de abril de 2009

No hace mucho, después de largas discusiones familiares, advertencias, quejas y reclamos (especialmente por el tema "estudios"), me fui a recorrer mi país.
Me cargué una mochila gigante en la espalda, una carpa, una bolsa de dormir, mi equipo de mate, 1000 pesos en el bolsillo y me fui.

La idea era, en un viaje 100% gasolero, ir laburando de lo que pintara, y así recorrer todo. Como suelen decir, ir "de Usuahia a la Quiaca". Empecé por el norte. Pero en el norte me quedé.
No visité los hermosos lagos del sur, no esquié en sus cerros nevados, no me deleite con sus tazas de chocolate caliente ni paseé por sus bosques de pinos. Me quedé recorriendo todo el norte y países limítrofes del mismo. Para horror de mi madre: siete largos meses.
Los recuerdos que tengo de esa estadía (hermosa, sin lugar a dudas) son muchísimos. Conocí gente maravillosa, historias de vida impensadas, rostros inolvidables y una humanidad pura y genuina, inimaginada, en nuestro mundo actual. Sin embargo, el norte argentino duele.
Para visitar Bolivia, desde Jujuy, simplemente tenía que cruzar un puente. Caminando, como si de un barrio anexo se tratara. Mientras yo cruzaba ese puente, en ese mismo lugar había aproximadamente 10 nenas (repartidas de punta a punta), que no tenían más de 12 años. Y ahí estaban. En un puente que une dos ciudades. En un puente que une dos países. Expuestas a ser alejadas de sus casas y no ser vistas nunca más. Pero lo más desgarrador no fue eso, sino escuchar cuando una de estas nenas ofrecía sus servicios sexuales a cambio de un sandwich de milanesa que vendían en un puesto, uno metros pasado el puente, a un valor de 1 peso argentino.
Después, en el lugar donde me hospedaba, me contaron que sí, que todas esas nenas que yo había visto están ahí de lunes a lunes por la misma razón. Tienen entre 10 y 12 años. Y tienen hambre. Mucho hambre. Hambre del que mata. Hambre del que no deja pensar. Hambre del que duele. A ellas. A mí. A todos.



Los datos oficiales, que miden la mortalidad infantil en 12,9 por mil nacidos vivos contrastan con el reciente informe de Unicef: 14 por mil. En el país más de seis millones de chicos viven en la pobreza y la mitad de ellos pasa hambre. En el país de las espigas de oro, 25 niños mueren por día antes de cumplir un año.

En la madrugada del 11 de diciembre de 2008, un cartonero encontró el cadáver de un niño de tres años mientras hurgaba en un contenedor del barrio porteño de Constitución, a menos de dos mil metros de la Casa de Gobierno. El cuerpo estaba envuelto en una frazada y presentaba fuertes signos de desnutrición. Según informaron las fuentes de la investigación, en los días posteriores al hallazgo no se registraron denuncias sobre la pérdida del niño lo que hacía suponer que había sido depositado en el basurero por algún familiar o conocido.
Un día después de que apareciera el cuerpo sin vida de este niño sin nombre, desapareció la "novedad" de los medios.

Dos semanas después, una organización no gubernamental del Partido de La Matanza (Gran Buenos Aires) denunció que en el Mercado Central, más de 200 chicos de entre 8 y 13 años se prostituyen para poder comer. Según la denuncia, entre los que obligan a los niños a vender su cuerpo por comida, hay policías, changarines, seguridad privada, comerciantes, camioneros y directivos. El Mercado de La Matanza, principal centro comercializador de frutas y verduras del país, abastece a más de 11 millones de personas.

En la Ciudad de Buenos Aires, la tasa de mortalidad es de 8,3 por mil nacidos vivos; incluso en la orgullosa, rica y poderosa Capital Federal, el índice supera al de Cuba. Mientras que según datos oficiales la tasa nacional ha descendido, en la provincia de Buenos Aires, la más rica del país en términos económicos y productivos, la mortalidad infantil ha pasado de 12,5 en 2006 a 13,5 en 2007. En esta provincia, donde se tira una semilla y crece, durante 2006 murieron 3.280 bebés menores de 1 año y en 2007, 3.531: 10 bebés por día.

En la provincia de Formosa, las familias de 24 bebés por mil nacidos vivos los entierran antes de poder festejarles su primer año de vida. En Chaco mueren 18,9 bebés y en Misiones y Jujuy la tasa se eleva a 17 por mil, siempre según datos oficiales.

A fines de 2008, el Gobierno nacional anunció una disminución en el índice de pobreza del 23,4% al 20,7%. Los ocho millones de pobres de los datos oficiales contrastan con los 20 millones de argentinos que según diferentes estudios privados viven bajo la línea de pobreza. La diferencia en el cálculo se explica: para el gobierno la canasta básica de alimentos es de 978 pesos; para los estudios independientes, asciende a los 1.400.

Argentina produce alimentos suficientes como para dar de comer a varios cientos de millones de personas, posee un alto índice de PBI per capita y un elevado desarrollo científico-tecnológico. En las entrañas de su tierra hay petróleo, gas, oro y plata. El acuífero Guaraní, compartido con Brasil, Paraguay y Uruguay, es una de las reservas de agua potable más importantes del mundo.

En Cuba, pequeña isla ubicada en el medio del Caribe, a expensas de los huracanes y el mal clima donde no crece más que la caña, la mortalidad infantil es de cinco por mil nacidos vivos. Igual al de Canadá e inferior al de Estados Unidos (siete por cada mil), el índice cubano se sostiene pese al bloqueo que lleva casi tantos años como los que acaba de cumplir su revolución.


963 millones de personas tienen hambre en el mundo.

En nuestro mundo, en nuestro país.

En este sistema capitalista,

en el que todo sobra,

hasta los seres humanos.

8 tuvieron ganas de opinar

B.E.L.P. dijo...

Es TRISTE e INDIGNANTE ver que este tipo de cosas sucedan, debido a la pésima distribución de la riqueza que hay en nuestro país (y en la mayoría de los países del mundo, pero eso es otro tema más largo creo), donde como vos bien apuntás, hay producción, materias primas y recursos suficientes para que estas cosas no sucedan. O al menos no tanto.
No sé si más patético, epro seguramente distinto, es la cuestión de que haya tanta gente mentalmente ENFERMA que es capaz no sólo de lucrar con las necesidades de la gente (lo cual ya está MUY MAL) sino que además son capaces de convertir esto en un generoso caldo de cultivo para su enfermadad y su degeneración, abusando de niñas y niños tanto en cuanto a explotación laboral (no al trabajo infantil!) como en cuanto a prostitución infantil, cuestión que fácilmente deja a cualquiera sin palabras...
La denuncia de La Matanza seguramente debe haber pasado sin pena ni gloria como la del chiquito encontrado en el contenedor... y ni hablar de la cantidad de casos que no se denuncian, que uno no ve, y de los que uno jamás se entera...
Es... inconcebible que un sistema que se supone está dirigido a regir el mundo, se cague tan soberanamente en una enorme parte de él...

4 de abril de 2009, 18:00
Lu dijo...

Si Belp, lamentablemente es TRISTE e INDIGNANTE. Y a eso sumémosle el caso de la denuncia que hubo en estos días por la legisladora acerca del tema de violaciones y abusos sexuales a aborígenes a cambio de planes sociales gubernamentales en el Chaco, si no me equivoco...

Y cada día las cosas están peor... El norte argentino es una zona olvidada de nuestro país.

Y si bien la pobreza está en todos lados y en todos los rincones del país, cualquiera que haya tenido la posibilidad de visitar el norte argentino, sabe que lo que se ve ahí, no se ve en ninguna otra región del país.

Desde la prostitución infantil, la pobreza extrema, el analfabetismo, el pisoteo a las poblaciones aborígenes... Es otro país. Los argentinos no sabemos que ellos también son argentinos. Es una realidad cruda la que se ve en aquellos lados.

Imaginate el nivel de pobreza que en lugares como Iruya, que un sandwich de milanesa me salía 1 peso. La gente del lugar no puede siquiera pagarlo. Es privilegio del turista.

Tristísimo.

4 de abril de 2009, 18:13

Si; es así...
Pero en todo el País lo vemos,Mira Chco (Charata) 80 % de la población con Denge.
En el Sur es mas trágico aún, zonas con frios helados y casas de cartón, no siquiera un ladrillo.
Ciudades ricas, como Bariloche, Neuquen, Madryn, es espantoso ver la pobreza.
Y en Cuba, es así porque lo poco que se tiene se ADMINISTRA BIEN.
Debería ser mas importante para un estado Soberano , un niño alimentado y con la educación asegurada que una tarjeta de alimentos Y/o un plan que ya sabemos donde termina.
De la prostitución ni hablemos.
El tráfico de niños y adolescentes...
Es grave, ya perdimos una generación (la de la gente que piensa), en la dictadura.
Y ahora vamos a perder varias generaciones que ni siquiera tuvieron una oportunodad.
Se convertirá nuestro querido País en un lugar de privilegiados.
con una multitud de indingentes.
Buen tema, habria que pensar o postear cual sería la solución a esta desgracia.
Sds
Insisto: buen espacio para Pensar.

5 de abril de 2009, 8:39
Unknown dijo...

¿como hacemos para cambiarlo? de verdad, por que yo muero de tristeza. y me da pena y me da dolor, pero que verdaderamente puedo hacer yo y no es una pregunta pesimista, esta hecha con signos de optimismo.
si alguien tiene la respuesta que me diga.

5 de abril de 2009, 23:44
Lu dijo...

EL VIEJO AGUSTIN:

Sí Agustín, seguro que en todo el país es así. Pero yo lo planteé desde la perspectiva que yo tengo al respecto en base a la experiencia personal.
Acá mismo en córdoba hay zonas en las que realmente la pobreza es extrema y la gente vive en una situación alarmante.
Pero habiendo tenido la oportunidad, antes y después de mi viaje del que hablé en el post, de recorrer todo el país en diferentes oportunidades, justamente en zonas donde la pobreza es extrema (por campañas solidarias del partido al que pertenezco), me queda la visión de que si bien en todos los rincones hay pobreza, en el norte es peor.

Al menos así lo veo yo y esa es mi reflexión... La brecha entre ricos y pobres es impensable... Los pobres son muchos en realción a los ricos. Y las estadísticas demuestran esta realidad. El norte del país vive en la peor de las situaciones, en la más precaria, y lo que alarma es el número. Las poblaciones indígenas son víctimas de un avasallamiento de derechos que no podemos permitir.

Todas y cada una de esas perosnas están pagando las consecuencias de un siglo de aristocracias feudalistas y, más cercanamente, de la década infame que fueron los 90'...

Ojalá tuviese la solución... Creo que esto necesita un cambio radical... de fondo... Algo que nuestros políticos ambiciosos y neoliberalistas no están dispuestos a hacer. Necesitamos olvidarnos de una vez por todos de esa porquería de que nuestra sociedad es un orden dado naturalmente y empezar a hacernos cargos de que este país necesita una construcción social profunda con raíces autóctonas y solidarias.

Ojalá podamos hacer algo... Ojalá.



ANGIE

Si fuera tan fácil... Mientras todos sigamos mirando nuestro ombligo, ignorando a los chicos que nos venden estampitas a las 3 am de la madrugada, discriminando al pibe que pasa con cartones pidiendo comida porque tiene pinta de "choro" y cosas así... Estamos en la lona.

Hay que hacer... Cuántos de nosotros nos indignamos frente al televisor cuando vemos imágenes de niños con signos de desnutrición?
TODOS. Practicamente, TODOS.

Pero cuántos de nosotros decidimos obviar unas vacaciones, o una semana libre, para cambiar nuestro pack vacacional por una semana haciendo tareas solidarias??? POCOS. CONTADOS CON LOS DEDOS.

El individualismo reinante en esta sociedad nos va a aniquilar.

Yo estoy segura de que si esto no cambia, a nuestro mundo (o al menos al mundo que vos y yo conocimos), le queda muy poco.

Y ojalá que así sea. Esto tiene que cambiar. Por las buenas, o por las malas, pero así no da para más.

Dejar morir a 25 chicos por día nos hace tan hijos de puta como el que mata a alguien directamente de un tiro en la frente.

Hagamos mea culpa gente... Estos chicos se mueren en nuestras narices y nosotros de shopping.




GRACIAS A TODOS LOS QUE COMENTARON. REALMENTE CREO QUE ES UN TEMA QUE DEBERIA IMPORTARNOS MAS QUE NINGUN OTRO. EL HAMBRE DE UN NIÑO NO ES JODA. ES UNA VERGUENZA. ES MUERTE LEGALIZADA Y LEGITIMADA POR UN PUEBLO SILENCIOSO E INDIFERENTE
.

6 de abril de 2009, 23:02
Lin dijo...

Excelente el post Lucre, para poder revertir las cosas hay que tomar conciencia. Salir de la burbuja en la que vivimos y darnos cuenta que pertenecemos a una privilegiada minoría.
Ningún sistema que para subsistir necesite que parte de sus integrantes se muera de hambre es justificable.

7 de abril de 2009, 22:38

Gracias a vos Lucre y a todos los chicos que participan de este espacio de Lucidez.
1 abrazo.

12 de abril de 2009, 18:26
Anónimo dijo...

Lucre, tuve oportunidad de ir a Cuba, y me enocntré con una realidad bastante parecida; digamos que faltaba el puente nomás.
En el centro de La Habana, también había niñas ofreciendo favores sexuales a cambio de practicamente nada; o lo que es más indignante en el algunos casos, padres ofreciendo a sus niñas/niños. En algnos casos no es por hambre, por suerte tienen el mismo plato de frijoles más o menos lleno dependiendo que tan buen uso que le den a su libreta de ración mensual; pero piden cosas tan "disparatadas" como jabón, papel, lapices, ropa, un disparate, para que quieren esas cosas esos, niños!!!
Lo extraño es como la policía cubana en las calles de La Habana se pone incómoda cuando un turista como yo (soy uruguayo y no tengo para nad apinta de gringo); pero cuando las que se acercan son prostitutas, mayores o menores de edad; la policía mira para otro lado.
Por otro lado yo agradezco no vivir, ni en Jujuy, ni en Cuba, puede sonar egoista o conformista, pero es verdad; nunca hice nada por los chicos pobres; supongo que tú hiciste cuando estuviste en el Norte, y cuando volviste seguiste peleando por ellos, por el tono de tu post; de lo contrario todo lo que escribiste no tiene sentido; es una queja más que decora otro blog en la red de redes, a la cual ni los niños de Jujuy ni los cubanos pueden acceder para saber lo mucho que te duele su situación.
Entendamos que Cuba y Jujuy son dos extremos de la misma problemática: la falta de libertad; en un caso provacada por la pobreza extrema; y en el otro por una revolución que sigue peleando contra molinos de viento y que tiene a un pueblo rehén de su lucha inútil; esperando armar una balsa con dos maderas y una goma de camión, que los mantengan a salvo de los tiburones para llegar a ver otra realidad; donde puedan al menos lograr algo más de libertad.

Saludos,

Seba.

13 de mayo de 2009, 15:35